Imagina que te acercas a un centro de transporte elegante y espacioso que parece más un aeropuerto futurista que una parada de metro sin gracia. Un servicio de estacionamiento automático te estaciona tu Scooter o Vehículo Eléctrico en la estación de carga mientras pantallas en tiempo real te informan de cualquier cambio en tu horario. Una vez dentro, te reciben elevadores inteligentes que saben adónde vas y te guían sin problemas hasta tu punto de partida, mientras soluciones energéticas sustentables alimentan todo el edificio.
No es sólo una fantasía utópica. De hecho, imaginar la estación del futuro es un paso crítico para asegurar que los centros de transporte público satisfagan nuestras necesidades en el futuro, afirma Cãlin Hera, Gerente de Desarrollo de Negocios de Grandes Proyectos a nivel Global en KONE.
"Sabemos que el transporte público es cada vez más importante para el futuro de las ciudades. Sin embargo, nos dimos cuenta de que, mientras se presta mucha atención a la construcción de mejores vehículos, la investigación y el diseño parecen faltar cuando se trata de estaciones", dice Hera. "Queríamos entender las últimas tendencias, necesidades y expectativas de los pasajeros en torno a las estaciones - y cómo la pandemia ha cambiado estas expectativas".
Tenemos todo lo necesario para construir ciudades más inteligentes y sostenibles para las generaciones futuras. Solo tenemos que ver cómo se combinan todos estos elementos.
Como resultado, KONE y la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP) unieron sus fuerzas para producir el reporte Las estaciones del futuro, una mirada pospandémica a los nuevos retos sociales, tecnológicos y económicos que afronta el diseño de estaciones.
Un informe de seguimiento ofrece soluciones y ejemplos de buenas prácticas en el diseño de estaciones, instalaciones y herramientas digitales que permitirán a las redes de transporte público satisfacer las cambiantes necesidades del futuro. Aquí no se hace hincapié únicamente en las tecnologías emergentes, como las herramientas digitales basadas en la inteligencia artificial: muchas de las soluciones ya están implantadas en algunos sistemas de transporte y podrían reportar beneficios en otros lugares si se adoptaran de forma más generalizada.
El diseño de estaciones comienza con una experiencia fluida para el usuario
La sociedad se enfrenta a una urbanización y un crecimiento de la población cada vez mayores y, a medida que envejecemos, un transporte público bien diseñado resulta aún más crítico para garantizar el flujo fluido de personas. Con ello surge la necesidad de equilibrar las necesidades de dos grupos demográficos clave a la hora de diseñar las ciudades del futuro: La Generación Z, experta en tecnología digital, y la "demografía plateada", de más edad. Los primeros tienen grandes expectativas cuando se trata de soluciones basadas en la tecnología y los segundos suelen depender más del coche y se sienten menos cómodos con las soluciones digitales.
"La experiencia del pasajero debe ser fluida, segura y accesible para todos, lo que significa adoptar enfoques tanto de alta tecnología como de "alto contacto"", explica Hera. "En la práctica, esto puede significar disponer tanto de grandes pantallas como de un seguimiento personalizado del viaje en los teléfonos inteligentes, o tener la opción de una presencia tanto automatizada como en persona en los andenes o mostradores de venta de boletos."
La experiencia del pasajero debe ser fluida, segura y accesible para todos.
El reto es que los servicios sigan siendo accesibles y atractivos para los jóvenes. Si se supera este reto, el transporte público mantendrá su popularidad, afianzando además la movilidad sustentable para las futuras generaciones.
"Las estaciones son lugares vitales para atraer a más usuarios hacia el transporte público; literalmente, pueden ser el punto de partida hacia una movilidad más sustentable", dice Daria Kuzmina, Director de Ferrocarriles en la UITP.
Mejorar la experiencia del usuario con tecnología e inteligencia artificial
Independientemente de la generación, la digitalización cambia las reglas del juego: la conexión inalámbrica a Internet y los teléfonos inteligentes hacen que los usuarios del transporte público esperen un acceso casi inmediato a la información del viaje en tiempo real. Naturalmente, esto plantea retos, pero también ofrece posibilidades sin explotar para racionalizar los viajes de los pasajeros, por ejemplo, mediante la integración de servicios privados de primera y última milla, como los servicios de taxi.
Además, la rápida adopción de la automatización y la inteligencia artificial podría suponer la reducción de servicios físicos como los mostradores de venta de boletos, lo que liberaría al personal para realizar tareas más personalizadas dentro de una estación. Y aunque las innovaciones tecnológicas son apasionantes, no todas las soluciones requieren una imaginación infinita.
"Los elevadores son necesarios en muchos ambientes existentes y ya se está haciendo mucho para crear estaciones más accesibles. Muchas estaciones en el mundo no están libres de escalones, por lo que soluciones prácticas como las rampas KONE hacen una gran diferencia", dice Hera. "También estamos constantemente implementando y desarrollando otras soluciones accesibles como interfaces de voz y aplicaciones integradas para personas con discapacidad visual".
Para los centros de transporte público, las posibilidades tecnológicas son infinitas, pero las estaciones deben seguir siendo atractivas para muchos, al tiempo que satisfacen diversas expectativas. Y garantizar la viabilidad significa atraer tanto a la economía de mercado como a los usuarios de la Generación Z.
La economía de la movilidad sustentable: viejas estaciones preparadas para el futuro
Por último, el informe subraya cómo las consideraciones sociales, medioambientales y tecnológicas encajan con una economía sólida. La escalada de los precios de la energía ha provocado trastornos en todo el mundo, lo que supone una razón más para diseñar centros de tránsito ecológicos más sustentables desde el punto de vista medioambiental, así como para modernizar, en lugar de reconstruir, las instalaciones de las estaciones.
De hecho, Hera señala que la gran mayoría de nuestras estaciones del futuro son en realidad las estaciones del presente. "Para que sean viables, tenemos que mejorarlas para que sean adaptables y atractivas", afirma Hera, señalando que es probable que las soluciones inteligentes y modulares formen parte de este rompecabezas en el futuro.
La escasez de mano de obra que se sintió tan claramente durante la pandemia también se identificó como un reto económico actual que, una vez más, puede ser abordado por la IA y la automatización. De hecho, con cada reto surgen también innumerables oportunidades y cada vez es más importante mantenerse al día de lo que es posible. Por ello, el grupo de trabajo Estaciones del Futuro también profundiza en las oportunidades de diseño y planificación a medida que avanzamos hacia un futuro urbanizado.
"La UITP y KONE ofrecen importantes recomendaciones sobre cómo las estaciones pueden prepararse para el futuro en múltiples aspectos como la accesibilidad, la sustentabilidad y la planificación y el diseño urbano, y por qué es importante prestar especial atención a su diseño y gobernanza", dice Kuzmina.
Para KONE, está claro que todos los caminos - o rieles - conducen al desarrollo continuo de soluciones inteligentes e integradas junto con las partes interesadas que están energizadas por una visión similar para la movilidad sustentable.
"El transporte público es un ecosistema de protagonistas y prioridades. Tenemos todo lo necesario para construir ciudades más inteligentes y sustentables para las generaciones futuras. Solo tenemos que prever cómo se combinan todos estos elementos", concluye Hera.